Perfecta

El sonido de tu teclado sigue haciendo que sienta que toco el cielo con los dedos. A día de hoy tengo claro con quien quiero poner de nuevo un pie en la Universidad. Estoy a una canción de ti, a menos de mil palabras mientras me sostienes y me secas las lágrimas. Hoy hacemos apología al portazo y a las señales.  Hoy me cuelgo de tus ojos y de tu cuello y me lleno de fuerza para enfrentarme a mis muchos fantasmas y alguna que otra aparición.

Me pasé un rato bien largo deshaciéndome en la cama y mirando la curva de tu espalda. Casi a diario me lleno de tu olor y comienzo el día. Aunque cada día me pongo en frente del semáforo en rojo y decido no saltármelo, no hay nada que cambiaría de ti. A ratos me siento en mi cuatro por cuatro, sólido y estable. Miro el semáforo y pienso en lo bien que le iría a mi corazón saltárselo, La adrenalina es lo que tiene. Da satisfacción momentánea. Pero hoy hemos parado delante del semáforo y hemos decidido que si me lo salto o no me lo salto ya es cosa mía. Lo importante del tema ha sido que si decido arrancar en rojo mi cuatro por cuatro va a parar el golpe.

Esta vez, juntos, el dolor se ha quedado huérfano, las lágrimas no caen en vano. Hoy me siento en mi coche, que ha pasado la ITV y conoce la curva de mis brazos y cuando flaqueo no da tirones de volante. Me paré frente al semáforo y ya no importa si se me cruzan 40 deportivos amenazando con llevarme a tierras incógnitas. No es relevante si cruzamos o no en rojo. Son importantes las pilas del mando y saber que si cruzo, en el caso de que decida ponerme otra vez a tiro de piedra, tengo un maravilloso abrazo que me para las flechas.

He buscado la palabra paz en el diccionario y he encontrado una fotografía nuestra cerrando la puerta de casa y echando la llave. Era una foto que nos tomaron a las 4 de la madrugada porque en los últimos tiempos nuestros horarios de sueño se han trastocado un poco. Nos hemos hecho compañeras de trabajo, además de camino, de letras, de cama y de casa. En esta última época además de añadir nuestra foto a los diccionarios, han puesto también una entrada que habla de nosotras y nos enlaza como las mejores amigas de la historia. Entre otras cosas, confidente de mi corazón y de mis sueños, sigues siendo la dueña de mi locura y quien me hace perder los papeles. Me gusta cumplir sueños a tu lado y saber que miro al lado y aunque siga taciturna y extraña, permaneces a mi lado. Eres mi lista de canciones preferida y tus manos conocen mejor que nadie qué acordes debes tocar para que suene la melodía exacta. Guías mi alma cuando está perdida y me esperas con una antorcha a la salida de la cueva y me dices "ey, compañera, hazme un té y me lo cuentas".

El sonido del teclado, Nirvana y el tarot sigue siendo un sueño hecho realidad. Hay cosas que son perfectas tal y como son. Tal y como lo eres tú.

Comentarios

Publicar un comentario

Siéntate y háblame. Si quieres puedo prepararte un café o un té. Nos podemos perder en sus líneas.

Entradas populares de este blog

Perlas, hojas de té, páginas en blanco...

Feliz partida y feliz reencuentro

Los Folios en Negro