Frágil y de Cristal




Soy frágil, muy frágil. Quiero pensar que no me rompo, que puedo con todo, que yo tengo el control... quiero ser de piedra, arrancar esas dos canas y teñirlas de seducción. Adoro el juego de miradas con desconocidos, he querido desmontar a cualquier persona con una mirada, sin saber muy bien quién soy, metidita en una pequeña estrella que brilla en mi interior. He destrozado corazones, aunque no me regodeo en el sufrimiento ajeno. Soy dueña de mi cuerpo aunque últimamente una extraña Diosa decida por mí. Y sí, puedo hacer que muchos y muchas bajen la guardia y ponerlos a mi merced, sin ser una persona físicamente espectacular, simplemente aceptando la divinidad que hay en mí misma...

Mi cuerpo, de carne pálida, de piel sensible y mis ojos, de fáciles despertares, con lágrimas siempre guardadas en un cofrecito que se abre a menudo. ¿Quién me quiso poseer? tantas veces me he entregado a medias, tantas veces he esperado darle tregua y rendición a mi alma ¿Quién la quiere? nadie, nadie, solo espero y espero. He sido la morada del placer de otros, sin conocer mi propio goce, el roce del alma a través de la piel, el sentido de la vida a través de miradas, caricias y besos que nunca eran para mi ser. Cansada de ser el juguete de los demás.

Y cuando de niña toqué la serpiente, con curiosidad, la pitón roja sobre mis hombros... perdí el miedo y decidí seguir esperando. La espera, larga y confusa, triste y solitaria, ha llegado a su fin. Su piel no era fría, las escamas eran suaves. Sus manos eran para mí. Por fin la la vida me entrega el regalo más precioso del mundo, unos ojos que me miran llenos de comprensión, que me aceptan, que me aman sin condiciones. "Aquí sí, aquí puedes descansar, aquí puedes entregar tu alma, nadie más va a destrozarla" me dice una vocecita. Y yo la entrego sin condiciones, rendida por fin. Descanso, duermo y vivo. Por fin sé quién soy.

Y como alguien me dijo una vez, el sentido de la vida está en la vida misma. Ahora sé que está a través de tus ojos, en dar sin esperar nada a cambio, en saber quien fui y saber que la espera ha valido la pena. Bendita locura, te amo.

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