έξοδος



Y de repente el mundo es extraño ahí fuera. Aquellos que me han acompañado hasta ahora son como conocidos lejanos. Sus rostros dejaron de ser familiares en el momento en que las personas allí me acogieron como a una más, con más familiaridad de lo que nunca había hecho ni mi propia madre. Desconocidos que sonríen al pasar hacen que me olviden de la vida que llevé días atrás. Y ahora el Éxodo. Miro unos segundos más, por última vez hasta no sé muy bien cuándo, las piedras que me han acogido estos últimos días. Alguien me aprieta fuerte la mano y me mira a los ojos, prometiéndome que volveremos a casa. Es la mujer de mi vida, y sus ojos son tan antiguos a veces como las mismas piedras sagradas por las que ahora lloro.

Y de repente veo las llaves, y comienzo a saber quién soy. Sin miedo. Sin etiquetas ni prejuicios. Y ahora que intuyo a Helena aquí, pienso que le gustará saber por qué se va a llamar así. Algún día le hablaré del amor, de los distintos tipos de amor que se pueden experimentar. Y le diré que existe amor hacia la Tierra, amor hacia los colores y los olores, el sonido de una plaza en movimiento. Y le diré que ese amor nació de la mano de una persona maravillosa y especial que me enseñó a amar de la forma más humana y hermosa: la mujer de mi vida. Le hablaré del amor por los dioses, de que si tienes la suficiente fe, en cada esquina puedes verlos, en la cara de cualquier persona. Que si abres bien los ojos y los oídos, hay susurros y mensajes para tí de ellos. Y que en esta tierra sagrada te escuchen los dioses, es mucho para ser humano.

Y de repente mi corazón viaja hacia otro lugar, y la parte de mí que está escribiendo frente al teclado se pregunta por qué está delante de un alfabeto latino...

Por esto y por mil razones y unas cuantas vidas que no vienen a cuento: Σ 'αγαπώ Ελλάδα

Comentarios

Publicar un comentario

Siéntate y háblame. Si quieres puedo prepararte un café o un té. Nos podemos perder en sus líneas.

Entradas populares de este blog

Perlas, hojas de té, páginas en blanco...

Feliz partida y feliz reencuentro

Los Folios en Negro