Somos

 Aquí os dedjo un pequeño texto en el que hablo de la relación que tienen los dos personajes principales de mi novela. Sé que soy muy pesada con alguno de vosotros xD, pero soy una escritora pedante. Hasta hace como 6 meses no he entendido por qué estaba escribiendo sobre dos personas que tienen este tipo de relación, pero ahora puedo hablar de ello con más seguridad. Aquí habla Sheila, la protagonista, 35 años de que se desarrolle la trama. Espero que os guste y a los que no sepan nada de "Vereda", espero que se entienda bien todo. Un beso, bediunos.



Aún recuerdo la primera vez que vi a Samuel. Antes incluso de encontrarle en aquel andén de tren. De cruzarme con él por la ciudad, de forma tan casual y predestinada. Aún me hace temblar el vivo recuerdo de nuestro primer cruce de miradas, sus ojos color acero, tan frios en según qué ocasiones y con el resto del mundo. No puedo olvidar aquellos ojos devolviéndome la esecia de la que fui y la que soy. Mis vidas pasadas a su lado, estas que he estado recordando tiempo atrás, aún ahora con mis arrugas y mi pelo cano, con mis túnicas de vieja bruja colgadas en el armario, esperandome, no puedo dejar de amarle.

Mi camino mágico, con todas sus trabas e impedimentos, cuesta arriba y con cimas que se alejaban conforme más subías, siempre ha estado a su lado, en paralelo. Incluso cuando hemos estado separados, con la certeza de que seguía vivo y bien, en sus momentos más bajos, cuando puedo sentir su tristeza hasta a kilómetros de distancia. Y no podría, ni quiero, ponerle palabras a nuestra forma de existir el uno sin el otro, el uno junto al otro ni con el otro. Es tan inmenso como el mar en calma que siempre he buscado, aquel que solo encuentro entre sus brazos.

Lo sé, que la marea acabaría subiendo y devorando al bosque, como todos me decían. Que mis ojos, verde musgo, acabarían empapados eternamente. Eso es algo a lo que estuve expuesta. Que quizás, las vidas pasadas fueron más agradables y más fáciles, como decía Núriel, quizás en esta debíamos aprender a ser enemigos.O a estar separados. Pero aún siendo la persona que conspirara por mi muerte, no podía dejar de amarle, de saber quién era y vivr la condena de no tenerle a mi lado. Y eso es algo que el resto de mis hermanas de aquelarre nunca entenderían, ni mi aprendiz. Pero por alguna extraña razón, sabiéndome sola entre mis compañeras las brujas, tenía la certeza de que en algún lugar del mundo, un lugar que por cierto, tenía costa, él se sentía igual que yo. Siempre a la par, siempre sintiéndole más cerca que a cualquier otra persona en el mundo, respirando sus sentimientos a mi alrededor. Y rodeé mi taza de té con ambas manos, tan solo para calentarlas en medio de aquella fria nohe de febrero. Llevaba todo el día recordando aquella día en que, hacía ya hoy 35 años, yo soñaría con Samuel por primera vez. Y entonces dejé de sentirme sola.

Comentarios

  1. Me gusta!
    Sigue escribiendo!!!!!!

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  2. Hay amores que marcan cada uno de nuestras vidas, ese tipo de amor capaz de romper cualquier tipo de distancia al margen de un suspiro.. una historia tan sublime que permite que las almas se encuentren a través del tiempo, una historia que sin duda alguna, espero seguir leyendo! Me encanta xDD

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