Sin rumbo I
Enfrentarse a una
hoja en blanco de nuevo. Y llegar para quedarse. Tener la cabeza
enmarañada y no saber por dónde empezar. La luna, enorme y
misteriosa, cubriendo la noche con sus velos místicos. Entona
extrañas melodías y tiñe de verde los bosques. Asfalto y cristal
se levantan cada día para destruir los templos, para resquebrajar
los santuarios de la mente. Dejarse llevar, sin aliento ni ganas,
solo dejar que el frenesí mueva el cuerpo en un frenético baile. Se
caen las máscaras y nos volvemos bestias, con garras y pieles,
emergen los deseos de sentir y enredamos nuestros cuerpos en danza de
locura. Liberame, Dionisos, sácame de un sueño tan pesado como la
vida. Y enseñarme la sangre de la Tierra, esa que brilla como los
rubíes y tiñe nuestra boca. Granadas, conocedoras de los misterios,
uñas y garras cristalizadas en roca. Abridnos los mundos ocultos a
la percepción.
Porque todo escritor
debería permitirse escribir sin rumbo, cada día su vida. Sin frenos
ni lógica, Para no ser más una melodía repetitiva y alcanzar el Sol. Mensajes en el vidrio de una botella en la orilla de la playa.
Un placer aterrizar en tu desierto. Cuidado, si pierdes el rumbo te rapto y te convierto en Ninfa. Y serás la reina de mi página en blanco. La Musa de mis letras y el Eter que trae que teje la magia de los sueños.
ResponderEliminarP.D Un placer ver este sitio de nuevo abierto :-)
Te amo. Te amo. Te amo.