El princpio de Virginia


La máquina de escribir abrazaba el papel. Y este se curvaba su metal. En una hermosa simbiosis. El humo del cigarrillo de Virginia rozó la máquina y se deshizo al elevarse en busca del techo de la habitación. Ella prefería rasgar su papel en blanco con la pluma y arrancar así el principio de sus novelas. A Mss Dalloway le fue muy bien. Y a Jacob. Todos ellos, sombras y voces que se adentraban en su mente y se convertían en letras y tinta. Virginia los había visto a todos aparecer en forma de destello y perderse. ¿Cómo debía empezar la primera novela que crearía en una máquina de escribir?

Una novela debe empezar por el princpio. Una chispa, una hebra de la mente y del pensamiento. Las olas arrastradas por el viento y roompiendo en las rocas. Eso sera un buen cominzo de libro. Y ese destello, corriente eléctrica del alma. palpitó desde su pecho y recorrió sus dedos. El papel perdió la virginidad. Una letra y otra. Y la máquina bailaba frenética con el papel. Virginia no debía ser molestada.

—Ha puesto una X en la puerta. Déjala escribir.—protestó Leonard ante la visita de Vanessa.

Aquel diablo metálico era más rápido que el tintero y la pluma. Sus dedos parecían conocer cómo hacerlo. ¿Y el drama griego? ¿Cómo comienza una tragedia griega? Esto no es para nosotros. Sin duda ya estaba hablando en voz alta. Sus personajes bullían y se subían al tren. Llevaban maletas de piel y paseaban por Oxforsd Street. ¡Oh, y aquel muchacho noble! ¿Cómo olvidarlo? Orlando. Sí era Orlando. Vita estaba por todas partes. Sus cartas, sus letras. Su Orlando.

Puso los escalones de de su mente en orden. Las paredes de la habitación también palpitaban con el ir y venir de la máquina de escribir. Un renglón nuevo y ya estaba dibujado el protagonista. En la siguiente línea tenía ya su casa y el sol filtrándose por sus ventanas. ¿Un niño? Pongamos dos. Sí, otra ola rompiendo en la costa, Último tren que sale y ya hemos concluido otro párrafo. Letras y más letras. A media mañana ya estaba terminado el principio de su novela.

Comentarios

  1. Volver aquí es encontrarte otra vez. Como siempre magistral, como siempre tu. Como siempre te amo. Como siempre gracias por tus letras.

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